martes, 30 de marzo de 2010

Para tu papá

Valga, con tu permiso Lalito, anotar aquí esto para tu papi:

Bien hijo mío, te diré

Para mí la vida no ha sido una escalera de cristal.

Ha tenido sus clavos y sus astillas,

Tablas rotas y espacios sin alfombra desnudos

Pero todo el tiempo ha sido un subir

Un llegar a los rellanos

Un doblar las esquinas

Y, algunas veces, un caminar por la oscuridad

Donde nunca ha habido luz.

Así que, muchacho, no des media vuelta

No te sientes en los escalones

Porque te parezca que así es menos duro.

No te caigas ahora, pues yo sigo andando mi amor,

Sigo subiendo

Y para mí la vida no ha sido una escalera de cristal.

-------------------------------------------------------------------------------------------------

Lo que sigue es un Fragmento de Fernando Savater:

A diferencia de otros seres vivos o inanimados,

Los hombres podemos inventar y elegir en parte nuestra

Forma de vida. Podemos optar por lo que nos parece bueno, es decir, conveniente para nosotros.

Y podemos equivocarnos, que es algo que a los castores, las termitas y las abejas no suele pasarles. De modo que parece prudente fijarnos bien en lo que hacemos y procurar adquirir un cierto saber vivir que nos permita acertar.

domingo, 28 de marzo de 2010

Después de vernos

Mi Eduardo (Lalito)

Por fin acierto a escribir para ti después de ciertas incertidumbres en mi corazón que tu pequeño corazón no puede ahora comprender. Pasaron muchos meses y muchas situaciones que me tenían inquieta como para poder dirigirme a ti. Nada que tenga que ver con el amor inmenso que me inspiras precioso, tampoco creo que haya afectado el sentimiento de ti hacia mí, que algún día tendrás muy claro, aunque yo ya no exista.

Ahora solo quiero decirte amor de mi vida (siempre piénsalo así, hay una abuela que te adoró eternamente) que cada vez te siento más cerca porque te vas convirtiendo en una personita madura. Persona ya eras desde el vientre de tu madre, pero con tu crecimiento, identificas más a los seres que te rodeamos. Bueno, hemos tenido oportunidad de vernos personalmente en dos ocasiones en los últimos meses y eso me llenó de alegría. Con ello actualmente el contacto virtual a través de la cámara de la pc es más profundo, si se puede decir. Cuánto disfrute tu estancia en mi ciudad, fue maravilloso verte dar pasos y querer correr. Fue increíble verte tan feliz en mi sala queriendo hacer hasta lo imposible, insistiendo en logros que tenías en mente hasta que los alcanzabas. También sentí pena de no poderte cargar y divertirme contigo por mi reciente operación y catéter. Tu visita al hospital alegró mis días, los cambió rotundamente. Te quiero pequeño mío. Si recordar lo que significa el estar junto a ti no me ayudara a recuperarme sería inconcebible. Vas a ver que sí, que es más fuerte mi amor por ti que cualquier enfermedad. Te ama Rosaabuelita.

Monterrey, N.L. Marzo 28 de 2010